No se habla de otra cosa. María del Monte se ha puesto el mundo por montera y, en su pregón como madrina del Orgullo Gay en Sevilla, ha acabado con las especulaciones que rodeaban a su vida privada, ha hablado como nunca de su orientación sexual y ha presentado públicamente a su pareja desde hace 23 años, la jefa de sociedad de Canal Sur Inmaculada Casal.
En un discurso muy aplaudido con el que ha demostrado su valentía y con el que se ha ganado un poquito más nuestros corazones, la folclórica ha dejado claro que aunque nunca haya hablado de su intimidad, tampoco se esconde. Y qué mejor ocasión pare reivindicar la libertad que en su tierra, frente a su gente y orgullosa de estar enamorada y ser correspodida.
"¿Qué pensáis, como he dicho en alguna ocasión, que yo soy un robot. ¿Qué yo no he formado mi familia? Claro que la tengo, desde hace 23 años, y simple y llanamente es mía y hoy reivindico una vez más el derecho a que siga siendo mía" comenzaba una eufórica María, dejando claro que a pesar de su discreción "jamás en mi vida me he escondido de nadie y no lo voy hacer por nadie, nunca. Qué me voy a esconder yo de eso, ¿soy una loca, una inconsciente?".
Reconociendo su inmensa suerte por "haber dado con el amor de mi vida", la artista confesaba que su hermetismo todos estos años se ha debido a "intentar proteger a esa familia, porque si yo fuera mecanógrafa no pasaría nada, por mí me da igual pero no quiero que la gente que yo quiero sufra".
"Quiero que sepáis que soy una más de todos los que estamos aquí y de todos los que forman parte del mundo y por supuesto mi pareja esta noche está aquí" continuaba, invitando tímidamente a Inmaculada a unirse a ella en esta inesperada salida del armario por todo lo alto: "Empecé hablando de libertad y voy a empezar respetando su libertad, si quiere subir que suba y si no va a cambiar el significando para mí".
Una invitación que su pareja aceptaba, subiéndose al escenario y protagonizando un divertido baile con María - ataviada con una bandera de flecos y lunares con los colores del orgullo gay - en un día especial que, como la folclórica confesaba orgullosa, "es un antes y un después para mí".