El Gobierno presentará en "las próximas semanas" una proposición de Ley para diseñar un nuevo tributo que gravará "los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas", con el objetivo de que entre en vigor el 1 de enero de 2023, según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros extraordinario, Sánchez señaló que este tributo, no incluido así en el real decreto de medidas anticrisis aprobado este sábado, busca "garantizar un reparto justo de recargas" y "sintoniza con la opinión pública del país, con las medidas adoptadas por otros países del entorno y atiende a recomendaciones de la OCDE, la Unión Europea y el FMI".
Así, el presidente del Gobierno insistió en que las cargas ocasionadas por la invasión de Ucrania deben "distribuirse con justicia, aportando más quiénes están en mejores condiciones". "Quienes obtengan réditos indirectos de esta subida deben aportar de forma adicional al esfuerzo colectivo y contribuir más al sacrificio colectivo", dijo.
Respecto al diseño de este nuevo impuesto, afirmó que se están "estudiando" los diseños de otros gobiernos que han adoptado una medida en esta línea, aunque añadió que Italia, donde se ha aprobado un impuesto extraordinario y puntual de 25% a los beneficios, "es un ejemplo al que estamos mirando de manera muy particular".
Por su parte, el nuevo paquete de ayudas para combatir la crisis económica por la invasión de Ucrania, que estará vigente hasta el 31 de diciembre, incluye entre sus medidas la bajada del IVA en la factura de la luz del actual 10% al 5%, así como la prolongación de la ayuda de 20 céntimos por litro para los carburantes. Además, Sánchez anunció que se limitará el precio máximo de la bombona de butano, medida que estará en vigor hasta el próximo 31 de diciembre.