La Guardia Civil ha participado en una operación denominada 'Berthelot' desarrollada en España, Rumania y Bélgica contra la organización "más activa" en Europa dedicada al robo de cajeros bancarios automáticos utilizando artefactos explosivos con pólvora negra. Hay siete detenidos por 22 ataques desde 2019 en diferentes países europeos, siete de ellos en pequeños municipios del noroeste español a través de una base logística instalada en Ribadeo (Lugo).
En España se refiere, la investigación se inició en 2020 tras un ataque con explosivos sobre una sucursal bancaria en el municipio leonés de Toral de los Vados, cuyo 'modus operandi' contaba con patrones idénticos a hechos similares producidos en otros países europeos, como utilizar un vehículo sustraído para llevar a cabo el ataque a la entidad y abandonarlo posteriormente rociando íntegramente su interior con un extintor para impedir cualquier identificación de sus autores.
Según explica la Guardia Civil, debido a la cantidad de explosivo utilizado los autores causaban "graves daños estructurales" en los inmuebles en los que se ubicaban los cajeros asaltados y en el resto del edificio donde se alojaba, unos hechos que causaban "una gran alarma social y sensación de inseguridad, más si cabe en localidades
pequeñas".
El Instituto Armado ha explicado que ante la gravedad de los ilícitos y una vez constatada la posible autoría por parte del grupo ahora desarticulado, así como su alcance trasnacional, la Guardia Civil creó un equipo conjunto de trabajo formado por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de
la Comandancia de León.
Por su parte, entre los arrestados está uno de los líderes de este grupo delictivo, de origen rumano, que contaba con gran experiencia en la manipulación de sustancias explosivas. La banda usaba pólvora negra que introducían en España desde terceros países y los últimos registros se han realizado hace dos semanas, según señalan fuentes de la Guardia Civil.
La Guardia Civil le atribuye al grupo siete asaltos a entidades bancarias en España y otros 15 en España, Suiza, Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Francia, con un importe superior al millón y medio de euros sustraídos. También se han esclarecido 18 delitos relacionados con el robo de vehículos y otros robos con fuerza en distintas empresas españolas, cometidos de manera simultánea a los delitos principales.
La organización actuaba en el noroeste peninsular usando células operativas itinerantes, teniendo en Ribadeo (Lugo) una rama logística. En octubre, de hecho, fuentes de la Guardia Civil ya adelantaron que en este municipio gallego se había detenido a dos personas y otras tres en Oviedo. Los agentes detectaron que querían actuar por localidades cántabras y asturianas, fijando finalmente su siguiente objetivo en San Claudio (Oviedo).
En este municipio los integrantes de la banda fueron detenidos tras sustraer un vehículo de un concesionario, desplazándose seguidamente al objetivo seleccionado para, tras atacar un cajero, huir del lugar con un botín de 48.000 euros. Estos arrestados de la considerada como la célula más peligrosa derivó en otras detenciones en Torrejón de Ardoz (Madrid), así como en Bélgica y Rumanía.
La investigación ha constatado que la organización elegía preferentemente cajeros automáticos del localidades con menor vigilancia policial y con acceso rápido a grandes vías de comunicación para facilitar su huida. Los presuntos delincuentes, además, abandonaban con frecuencia el país donde habían cometido el robo una vez llevado a cabo.
Entre el material intervenido, por ejemplo en Torrejón de Ardoz, destacan prendas de uniformidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como fundas de chalecos antibalas. También se ha incautado de medios técnicos de balizamiento muy avanzados o cámaras IP preparadas para ocultar en medios encubiertos.
DAÑOS EN LOS EDIFICIOS DE LOS CAJEROS
El método utilizado en los ataques a cajeros era el conocido como "Pala de Pizzero", causando graves daños en las estructuras de los edificios que albergaban a las sucursales atacadas. La cantidad de explosivo usada llegaba en muchas ocasiones a producir daños en el resto del edificio donde se alojaba la entidad bancaria.
La 'Operación Berthelot', en la que ha participado la Unidad Central Operativa (UCO) junto a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de León, se inició en España en 2020 tras un ataque con explosivos sobre una sucursal bancaria en el municipio leonés de Toral de los Vados, una población de menos de dos mil habitantes.
El explosivo y el 'modus operandi' coincidía con otras acciones similares en Europa, también en el uso de un vehículo previamente robado para atacar la entidad bancaria y, posteriormente, abandonarlo rociando íntegramente su interior con un extintor para impedir cualquier identificación de sus autores.
La investigación en España ha sido dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Ponferrada y la Fiscalía de dicha localidad, y llevada a cabo por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO-Galicia) de la UCO de la Guardia Civil, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de León y Unidad Técnica de Policía Judicial, bajo coordinación de EUROPOL y EUROJUST.