Los servicios de extinción de incendios centran sus esfuerzos en sofocar los fuegos de "dos zonas complejas" en el barranco de Castrejón y al norte del Hoyo de Pinares y, para ello, han dispuesto varias líneas de defensa donde se concentran más medios y se han anclado los perímetros bajo la labor de la "pasada o doble pasada de los buldóceres".
El director técnico de extinción de incendios de la Junta, Ángel Iglesias, indicó que los medios se "concentran" en estas dos zonas "muy peligrosas" para evitar que el fuego salte la línea de defensa. De este modo, tratan de reducir el frente de llama y liquidar el perímetro, es decir, anclarlo bajo la labor del bulldozer. "Nos pilla advertidos de lo que pueda ocurrir pero el viento no es favorable", indicó.
El fuego del incendio en Cebreros ha calcinado ya alrededor de 3.500 hectáreas y, a pesar, de que avanza hacia la Comunidad de Madrid "está lejos" y se han dispuesto "bastantes líneas de defensa" para que esto no ocurra, según el técnico, quien apostilló que si llegará, debido a que el "riesgo potencial existe, aunque no es inminente", se sofocaría con "fuego técnico y con bastantes líneas de defensa para un ataque directo".
Asimismo, detalló la evolución del incendio de Cebreros, y así subrayó que, a primera hora de la mañana y a esta hora, las dos zonas que más preocupan son las ubicadas en el barranco y en el norte de Hoyos del Pinar.
Desde que se inició del incendio forestal en Cebreros se produjo un régimen de vientos "desfavorable" para el primer ataque o control. A partir de ahí, el fuego ganó terreno y se generó un episodio con vientos de componente suroeste que hizo que se extendiera por las laderas de los montes de Cebreros y entrara en zonas con bastante complejidad técnica para la extinción.
"Toda esta zona tiene un tipo de terreno con muchas pendientes y peligrosidad y mucho combustible que nos ha generado muchos problemas para la extinción. Ayer, no obstante, estaba el perímetro confinado en unos límites para trabajar en la extinción en esos límites, sin embargo, a partir de media tarde el viento complicó extraordinariamente la labor con rachas muy intensas y bastantes cambiantes", relató.
A partir de ahí, se desarrollaron en distintas zonas focos secundarios, según el técnico, y reproducciones de fuegos con bastante intensidad en una parte elevada del perímetro, en concreto, en el flanco derecho, que tiene más complejidad por la vegetación abrupta, que actúa de combustible y por la importante densidad del arbolado.
"El flanco izquierdo del fuego es más fácil controlarlo al afectar a pastizal y matorral. Esas ráfagas de viento condicionaron que retiráramos, en algunos momentos, el operativo de extinción por el enorme riesgo que corrían", admitió.
Tras las dificultades de ayer por la tarde, desde el Puesto de Mando Avanzado se acordó ubicar un nuevo perímetro y una nueva estrategia para anclar el perímetro del incendio en zonas seguras como carreteras y caminos. "Distribuimos los medios en diferentes sectores y se trabajó bien por el viento constante y de menor intensidad", destacó.
Por su parte, la técnico de servicio de Defensa de Medio Natural, Teresa Mompín, reconoció que el operativo de extinción de incendios en Castilla y León está "al límite" de su capacidad, y aseguró que se dimensionan para una "cuestión normal por encima de la media de lo que puede ser un año complicado", pero lo que ocurre este año "no tiene precedentes".
"Están todos los medios trabajando tanto de la Junta como del Ministerio. Se está dando una anomalía meteorológica y la naturaleza se impone, por lo que sólo podemos intentar paliar los daños más graves hasta que la situación meteorológica cambie", apostilló.
Asimismo, subrayó que declarar el nivel 3 y que el Estado tomará la dirección del incendio en Zamora "no resolvería mucho", ya que los medios de ambas administraciones están desplegados. Por último, reconoció que este año se dan "incendios sin precedentes" y que la vegetación está en mal estado.