La profesora de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) Carolina García Barroso ha aclarado algunas cuestiones que deben saberse sobre el huevo para derribar los principales mitos de este producto.
Ante quienes se cuestionan si conlleva algún riesgo el consumo de huevos para la salud, ha expresado que "lo primero de todo es tener presente que nada en exceso es bueno, pero no hay un límite aconsejado sobre la cantidad de huevos que deben comer las personas", ha indicado.
Una vez derribado el mito bajo evidencias científicas de los peligros que tiene consumir huevos para la salud, se puede afirmar que este alimento es rico en proteínas, principalmente presentes en la clara, en vitaminas A, B, D y E, colesterol y minerales como el azufre y el hierro, de ahí que "la versatilidad del huevo hace que esté presente en numerosas recetas de cocina, sólo o acompañado".
Con respecto a la seguridad del huevo, especialmente ahora en la época de verano, y aun sabiendo que en los últimos años han mejorado los controles de seguridad, "es necesario prestar atención a su procedencia y cerciorarnos que se encuentran en buen estado", ya que su consumo en mal estado puede provocar salmonelosis, una afección intestinal que puede durar de ocho a 72 horas y cursa con vómitos, calambres estomacales, diarrea o provocar deshidratación.
Para la conservación de estos alimentos conviene mantenerlos en su envase y en el frigorífico, y "no es recomendable conservarlos en el compartimento destinado a los huevos en la puerta del frigorífico porque es la parte más expuesta a cambios de temperatura".
Según ha indicado la doctora García, "un error común a la hora de preservar los huevos es lavarlos antes de meterlos en la nevara"."Cuando se lavan, se elimina la película que protege la cáscara evitando la entrada de bacterias, sin embargo, si se consume de manera inmediata, no importa destruir dicha película y así higienizarlo antes de su cocinado", aparte de que "es necesario prestar atención a la fecha de consumo preferente de los huevos, no la de caducidad".
La vida útil de un huevo suele ser de 28 días tras la puesta, por lo que la profesora de la UCAV proporciona algunos consejos para comprobar si los huevos que vamos a consumir están o no en buen estado.
"Si al abrir un huevo tiene un fuerte olor a azufre es que éste no es apto para su ingesta, por el contrario, si metemos el huevo en un vaso con agua y este permanece en el fondo, su estado será óptimo, y conforme va pasando el tiempo, la cámara de aire interior del huevo va aumentando de tamaño y la clara se va aguando", ha añadido.
"Si al acercarte el huevo a la oreja y agitarlo se escucha un chapoteo esta será una señal de que el huevo no es apto para el consumo, y si al dejar de ser fresco, la yema se puede desplazar en su interior y al agitarlo se puede escuchar como chapotea", ha señalado.