Ecologistas en Acción Ávila ha denunciado que la celebración de una carrera de drones en el Castro de la Mesa de Miranda, que tendrá lugar el domingo 6 de noviembre, "podría suponer molestias e impactos que son incompatibles con la conservación de los valores naturales y culturales de este espacio".
El castro de la Mesa de Miranda es un conjunto arqueológico perteneciente al antiguo territorio del pueblo vetón, situado en el municipio abulense de Chamartín. Debido a su importancia arqueológica, ha recibido la máxima protección que se puede otorgar a un yacimiento arqueológico, la de Bien de Interés Cultural (BIC). La organización ecologistas considera que un lugar de semejante valor cultural "merece un respeto que no se le concede con una actividad del estilo de una exhibición y carrera de drones, contribuyendo con ello a la bajar el nivel de consideración ciudadana hacia el yacimiento, que forman parte de nuestra historia, de nuestra identidad y de nuestro patrimonio cultural".
Ecologistas en Acción considera "muy grave" que la carrera de drones se financie con el proyecto TERPAT, que ha obtenido fondos europeos para la promoción de los aspectos del patrimonio cultural que están poco documentados, o que precisan de una metodología de análisis actualizada e innovadora y de un diagnóstico de su estado de conservación, pero no para la realización de actividades lúdicas "que puedan poner en peligro los valores del castro".
A su vez recuerdan que el Castro de la Mesa de Miranda está situado en un encinar de gran valor natural, que está considerado una Zona de Especial Protección para la Naturaleza (ZEC). El lugar alberga una encina de más de 4 metros que está considerada árbol singular por sus enormes dimensiones. Pero el mayor impacto de esta actividad se debe a que se trata de una zona de campeo del águila imperial y de águila real, además de otras aves muy sensibles a una carrera de dispositivos voladores.
Por todo ello alegan que el vuelo de drones es una actividad reciente y no se encuentra recogida en la legislación que protege a las aves. Sin embargo, ya hay diversos estudios que muestran que supone un importante estrés para las aves. En el caso de aves territoriales como el águila real, pueden incluso llegar a atacar estos aparatos al sentir invasión de su área.
Por todas estas razones, Ecologistas en Acción Ávila ha pedido a la Junta de Castilla y León la suspensión de la actividad y que en adelante la Junta de Castilla y León garantice que no se realizan en estos lugares "actividades que supongan el desprestigio de lugares de interés cultural y con impacto en las especies protegidas". Además, se pide que se avance en la regulación de los vuelos con drones.