Al Madrid le queda grande Anfield
Con seis puntos de quince posibles, el Real Madrid ya está inmerso en la peor fase de grupos de su historia en la Champions League
El FC Barcelona resolvió (3-4) con una disputa inesperada ante el FC Intercity su estreno este miércoles en la Copa del Rey para acceder a octavos de final, con los goles y el liderazgo que compartieron Ronald Araujo y Ousmane Dembélé, pese a un triplete de Solde que hizo frotarse los ojos al 'rey de copas'.
El equipo de Xavi Hernández tuvo pegada pero también regaló atrás, convirtiendo el cruce con el equipo de Primera RFEF en una moneda al aire por momentos. El Barça, equipo con más títulos en el torneo del K.O (31), ganó el juego por calidad y acierto, pero necesitó mucho y una prórroga, a pesar de las varias ocasiones que fue amasando, en especial en los pies de Dembélé.
El Rico Pérez, casa del Hércules, tuvo un ambiente festivo pero tranquilo, con bastante afición azulgrana, lejos de llegar a ser encerrona. La trampa culé fue dormirse, con el marcador a favor desde el minuto 4 y un rival inferior sobre el papel. El tanto de cabeza en un saque de esquina no fue lo único destacable de Araujo, siendo el central también decisivo atrás, en su regreso tras lesión y tras ir al Mundial con Uruguay pero no jugar.
El sudamericano ejerció de jefe y sacó además bajo palos la mejor local, un remate de Aarón Piñán que se colaba en la red. El Barça, con Pablo Torre y Memphis en el once y sin Pedri ni Lewandowski, tocó bien y rápido pero pronto llegó ese aviso de Piñán. Las carreras de Dembélé sirvieron a los de Xavi para no caer en el letargo pero el francés perdonó mucho.
En la reanudación, pese al goteo del galo sobre la meta local, el Intercity cambió el plan a una versión más ofensiva, jugando en campo contrario y recuperando balones de peligro. Al Barça se le vieron las costuras y Solde, hombre del partido, hizo el 1-1.
Xavi movió banquillo con Gavi, Rapinha y un Eric García que no dio la misma seguridad que Araujo, y encontró la respuesta pronto en la enésima de Dembélé (1-2). El francés definió a la perfección picando el balón ante el portero, pero el partido se volvió loco. Solde, como pesadilla culé, neutralizó el tanto del francés y apareció una vez más para igualar el que logró después Rapinha, tras asistencia de un Alba que dejó una gran actuación.
El choque se fue a la prórroga con un Barça volcado, atacando con todo, pero descuidando atrás. El Intercity rozó la gesta pero el asedió culé se cobró el 3-4 con Ansu Fati. El equipo de Xavi se puso las pilas a la fuerza en un inicio copero que, eso sí, igual les recuerda a la Copa ganada con Koeman a base de prórrogas.