La fábrica que la compañía agroalimentaria Cascajares tenía en Dueñas (Palencia) quedó reducida a cenizas este jueves después de sufrir un grave incendio. Una situación por la que ya pasaron antes otras compañías y de las que se recuperaron todas ellas a los dos años del siniestro.
Con 72 empleos directos y una treintena indirectos, la compañía palentina ya ha puesto en marcha un plan de contingencia para asegurar todos los puestos de trabajo y un futuro a corto plazo hasta que vuelva a contar con unas instalaciones propias.
Esta es la lista de los cinco incendios más graves en empresas en la última década en la Comunidad:
CAMPOFRÍO (BURGOS), 2014
El incendio más recordado en la Comunidad es, sin duda, el de la fábrica de Campofrío en Burgos, cuando en noviembre de 2014 la planta se redujo a cenizas ante el desconcierto y la preocupación de sus más de 900 empleados.
Con casi 26 millones de euros recibidos por parte del Gobierno autonómico, menos de un año después del siniestro comenzó la construcción de la nueva planta, Nueva Bureba, que hoy en día es "el buque insignia de la compañía en Europa", con 99.000 metros cuadrados y dotada con las últimas tecnologías en automatización e Industria 4.0, como explica a EFE su director general, Javier Dueñas.
Como narra Dueñas, tras el devastador incendio, tuvieron claro que "había que volver a levantar la fábrica en el mismo lugar, en el menor tiempo posible y con el mismo equipo".
Para lograrlo, llevaron a cabo un plan de reconstrucción, el 'Proyecto Fénix', en el que trabajaron 17 equipos durante dos años, hasta su inauguración en noviembre de 2016.
"En Campofrío pensamos que las crisis también pueden ser oportunidades. En momentos tan duros como estos, lo fundamental es no caer en el desánimo, reaccionar rápido y trabajar unidos para que la fábrica pueda resurgir de sus cenizas y sea, además, más moderna y operativa que la anterior", anima ahora a Cascajares.
EMBUTIDOS RODRÍGUEZ (LEÓN), 2016
En la provincia de León también una importante empresa del sector agroalimentario, la compañía cárnica Embutidos Rodríguez, vio como las llamas reducían a ceniza en 2016 sus instalaciones en la localidad de Soto de la Vega, que daba empleo entonces a casi 400 personas.
Dos años después del siniestro la compañía inauguraba su nueva planta y en ese primer ejercicio tras su 'renacimiento' sacrificó 72.700 toneladas de carne de porcino, que se elevaron a 80.273 en 2019.
La facturación ascendió en 2022 a 220 millones y generó 600 empleos directos.
IBERAVI (LEÓN), 2016
También en noviembre del mismo año en León un incendio destruyó la planta de incubación de huevos y obtención de pollos que la empresa Ibérica de Multiplicación Aviar (IBERAVI) tenía en la localidad leonesa de Alija del Infantado con 350 empleos directos.
Dos años y siete millones después del desastre, la empresa reabrió en 2018 la planta que había quedado reducida a escombros.
La reconstrucción permitió a la empresa renovar las instalaciones con la tecnología más avanzada, que les llevó a alcanzar los 750.000 huevos semanales en una planta totalmente automatizada.
La reapertura también tuvo una positiva repercusión laboral con la creación de más de 20 puestos de trabajo en el ámbito rural.
ORNUA (ÁVILA), 2017
La planta que Ornua tiene en el polígono industrial de Vicolozano, a unos 5 kilómetros de Ávila, salió reforzada del impacto que supuso para los 120 trabajadores que el 5 de noviembre de 2017 vieron cómo las llamas destruyeron por completo sus instalaciones y no quedaron extinguidas hasta dos semanas después.
Justo dos años después de su destrucción, y tras una inversión de 300 millones de euros, el 5 de noviembre de 2019 fueron inauguradas las nuevas instalaciones en la misma parcela en la que se encontraba su planta madre, convertida en un amasijo de escombros y de hierros.
Cinco años después de aquella experiencia, el director general de Ornua Ingredientes Europa, Joan Bombardó, ha recordado lo "complicado" que fue aquel momento, aunque la empresa, junto a los trabajadores y la ayuda institucional, ha logrado "salir adelante y fortalecida".
Tanto, que la plantilla de la factoría en Ávila ha pasado en este tiempo de los 120 empleados que había en 2017, a los 180 en la actualidad.
COBADÚ (ZAMORA), 2020
El incendio de la mayor cooperativa de Castilla y León, Cobadu, que se dedica a la fabricación de piensos y la comercialización de productos agroganaderos, carbonizó totalmente en septiembre de 2020 seis naves y afectó parcialmente a otra de la treintena de naves de sus instalaciones de Moraleja del Vino (Zamora).
Afortunadamente, el fuego, que quemó cereales, alfalfa y fertilizantes, no llegó a la zona de fabricación de piensos y eso facilitó que poco más de dos años después únicamente falten por reconstruir dos de las naves destinadas a almacenar fertilizantes.
La cooperativa ha cobrado ya la indemnización del seguro e incluso ha salido "fortalecida", como cuentan, de ese suceso y de las crisis que ha vivido los dos últimos años a raíz de la pandemia de covid-19 y la guerra de Ucrania, como lo demuestra la facturación récord de 2022, de unos 500 millones de euros, frente a los 398 millones de 2021, 348 de 2020 y 345 de 2019.