Acabó el sueño del ascenso a Segunda Federación del Real Ávila. No fue el mejor partido de los encarnados, ni mucho menos. Tampoco ayudó el ambiente. A destacar, por ejemplo, se permitió a los aficionados del Salamanca cambiarse de fondo, cruzaron como 'Pedro por su casa' en el descanso por el césped, para presionar detrás de la portería defendida por Ñete. Casualmente, se ubicaron en esa grada que llevaba toda la temporada cerrada a los aficionados locales. Nadie dijo nada. Tampoco se espera que la Real Fedreación de Fútbol de Castilla y León se pronuncie en los próximos días.
Estuvo el Ávila apoyado por los suyos, que un número de más de 300 se desplazaron al Estadio Helmántico a arropar a los de la capital amurallada, entre ellos, como uno más en la grada, el alcalde de la capital abulense, Jesús Manuel Sánchez Cabrera. Fue de elogiar su comportamiento en los 120 minutos de partido. No dejaron de animar ni un momento. Más alla de lo de hoy, hay que destacar su actitud y apoyo en los últimos veinte años. De padres a hijos. De abuelos a nietos. Demasiadas generaciones con la miel en los labios. Demasiado tiempo para estar "acostumbrados a sufrir" como dijo el técnico abulense en la previa del choque para un equipo que en agosto cumplirá cien años de historia.
No pudo empezar peor el encuentro para los de José 'Chino' Zapatera, que repitió el once inicial del partido de ida. A los seis minutos, un centro de Poveda desde la banda izquierda permitía hacer a Diego Benito el primero de los salmantinos. Demasiado pronto. Demasiado partido por delante. Demasiados fantasmas de anteriores fases de ascenso en la cabeza de todos. Sin noticias del Real Ávila en el área rival en el primer acto, sólo una falta de Llorián por encima del larguero pudo calificarse como opotunidad, pudieron los locales aumentar su ventaja.
Pero si mal empezó la primera parte, peor comenzó el segundo acto. A los 20 segundos del pitido del colegiado, penalti para el Salamanca por derribo del portero visitante. Eso al menos decidió el colegiado del encuentro. Los protagonistas de la jugada no lo piensan así. No dudó Diego Benito en asumir la responsabilidad para anotar el segundo en su cuenta particular. Por delante, 45 minutos para decidir una eliminatoria que comenzaba a decantarse para los salmantinos.
Lo intentaron los de Ávila con llegadas donde Ivi y Babu fueron protagonistas sin suerte. Por el contrario, los de la capital del Tormes pudieron sentenciar el marcador. Ñete lo evitó. Lejos del partido de este domingo, el jóven guaramenta madrileño ha demostrado a lo largo del curso que su futuro está en categorías más altas que la Tercera Federación.
La tuvo Carlos Pascual con una volea en la última jugada del partido, ya en la prórroga. No hubo lugar para el milagro. Jon Villanueva evitaba el pase de los abulenses.
Con el pitido final, el Real Ávila asumía que un año más debará comenzar desde cero. Otra vez. Una nueva ocasión para salir del pozo de la Tercera Federación comenzará en septiembre en otra temporada. Será el año del centenario del club encarnado, momento propicio para que todos empujen para conseguir el ansiado ascenso a la Segunda Federación desde el minuto uno.
REPORTAJE FOTOGRÁFICO: TERESA SÁNCHEZ.
