El Palacio Los Serrano acogió este miércoles la gran final provincial de la primera edición del proyecto RuralBOTic, iniciativa de la Fundación ASTI en la que colaboran la Fundación La Caixa, la Diputación de Ávila y la Fundación Ávila con el objetivo de introducir la robótica educativa y programación en los centros educativos de entornos rurales, sus profesores y alumnado de educación primaria.
Un total de 80 menores de seis Colegios Rurales Agrupados de la provincia llegaron a la final de un proyecto pionero en España para el aprendizaje de la robótica y la programación en entornos rurales en el que, este año, en Ávila han participado más de 150 alumnos de 8 centros educativos pertenecientes a 13 localidades distintas.
En la presentación de esta gran final estuvieron Emma Fernández, vicepresidenta de la Fundación ASTI, y la directora territorial de Caixabank en Castilla y León, Belén Martín.
Fernández explicó la intención de este programa de "incorporar entre la gente joven las tecnologías STEM porque es la tecnología lo que está transformando la sociedad y es la razón de intentar que colectivos más vulnerables, como pueden ser los niños del medio rural, puedan tener un mejor acceso".
RuralBOTic se lleva a cabo en el aula y ha contado con la complicidad de los profesores de los centros, un total de 66 en toda la provincia, que "se han comprometido con la causa" y se han formado para poder incorporar la robótica en las clases. La Fundación ASTI pone el programa, la formación de los docentes y dota a cada centro de cinco kits para llevarlo a cabo.
Belén Martín, por su parte, explicó que RuralBOTic es "un proyecto al que tenemos mucho cariño y además es pionero" que "permite dar habilidades de futuro en aquellos lugares en los que se percibe una brecha digital en el medio rural".
La directora territorial de Caixabank en Castilla y León mostró su apoyo a una iniciativa que ya se ha llevado a cabo en Burgos y Palencia y que se quiere extender por el resto de provincias de Castilla y León y explicó que está en consonancia con la razón de ser de la entidad, cuyos voluntarios también se han formado para participar en este proyecto y colaboran en las acciones.
Martín destacaba tres puntos que les llevaron a formar parte del programa. La educación, una de las líneas de trabajo de la fundación para apoyar a los colectivos rurales que de otro modo no tendrían acceso a este tipo de oportunidades y habilidades, es el primero. En segundo lugar el compromiso de la entidad con el medio rural y los municipios de Castilla y León y el tercer punto es la cuota de mercado de la entidad en este sector, que alcanza el 20% "por lo que nos consideramos un vector muy importante para transformar esta Comunidad".