El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, aseguró este martes que la "amenaza de un nuevo conflicto mundial nunca ha estado tan cerca" como hoy y advirtió de que "si Rusia colapsa", morirán todos.
En una ceremonia de entrega de grados de general a altos mandos militares, el líder bielorruso afirmó que "si Rusia se derrumba, quedaremos bajo los escombros y moriremos todos".
Lukashenko aseguró que se está tratando de "agitar" la región y "desorientar" a su gente para imponer nuevas reglas y nuevo orden mundial. "En ese orden ya no estarán nuestros países y nuestros pueblos", agregó.
Según Lukashenko, Occidente aprovecharía de inmediato la situación si se produce el caos en Rusia, en alusión al fallido motín del Grupo Wagner.
A la vez, el líder bielorruso, que medió un acuerdo entre el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, y el Kremlin que puso fin a la rebelión armada de los mercenarios rusos el fin de semana pasado, evitó comentar sus detalles.
El presidente ruso, Vladímir Putin, confirmó este lunes que los mercenarios de Wagner que participaron en la rebelión podían sumarse al Ejército regular ruso u otras agencias de seguridad, regresar a sus casas o exiliarse en Bielorrusia.
De acuerdo con medios bielorrusos, este martes el avión de Prigozhin aterrizó en un aeródromo en las inmediaciones de Minsk.
CERRADO EL CASO PENAL
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia anunció que ha cerrado el caso penal por rebelión armada del Grupo Wagner tras el motín de 24 horas que protagonizaron los mercenarios el fin de semana.
"Durante la investigación del caso penal (...) sobre rebelión armada se estableció que el 24 de junio sus participantes cesaron las acciones dirigidas directamente a cometer ese delito", señala el FSB en un comunicado citado por la agencia oficial TASS.