Las pernoctaciones de turismo rural se desplomaron en Castilla y León en mayo un 7,6 por ciento en comparación con el mismo mes del pasado, al pasar de las 131.998 a las 121.907. Esta caída contrasta con el incremento del 3,5 por ciento registrado en el conjunto de España, donde se alcanzaron las 875.834 pernoctaciones, según los datos publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y consultados por Ical.
En cuanto a viajeros, la caída en Castilla y León fue del 9,7 por ciento, al contabilizar un total de 62.514, mientras que en conjunto nacional se registró una disminución del 0,3 por ciento.
Por comunidades, Baleares fue el destino preferido, con 171.992 pernoctaciones, un 11,2 por ciento más que en mayo de 2022. También alcanza el mayor grado de ocupación, con el 52,7 por ciento de las plazas ofertadas. No obstante, entre los residentes nacionales Castilla y León se mantuvo a la cabeza y concentró el 20,2 por ciento del total de las pernoctaciones por delante de Cataluña (12,5 por ciento), Castilla-La Mancha (11,6 por ciento) y Andalucía (8 por ciento).
El comportamiento por provincias fue irregular y Zamora, con un descenso del 28,4 por ciento, hasta las 8.289 pernoctaciones, lideró las caídas, por delante de Soria, donde el descenso fue del 16 por ciento (10.775). En Ávila el retroceso fue del 13,5 por ciento (18.944); en Segovia, del 9,8 por ciento (18.108); en Salamanca del 9,5 por ciento (11.273) y en Palencia del 9,4 por ciento (7.224). Por el contrario, Valladolid lideró las subidas en el quinto mes del año con un 9,2 por ciento, hasta las 8.218 pernoctaciones, por delante de Burgos, donde crecieron un 5,1 por ciento (19.218) y de León, con un 2,4 por ciento (19.856).
Por lo que respecta a los viajeros, se registraron caídas en todas la provincias a excepción de Burgos, donde subieron un 15,5 por ciento, para un total de 11.676, y en Valladolid, que acumuló 4.314, tras un incremento del 13,9 por ciento. Zamora también lideró las caídas con un 27,6 por ciento (4.406), seguida de Salamanca, con un retroceso del 21,1 por ciento (5.751) y de León, que perdió un 19,6 por ciento (8.798). En Ávila la caída fue del 12,6 por ciento (8.473); en Segovia del 14,3 por ciento (9.080); en Soria del 9,4 por ciento (4.943) y en Palencia del 1,4 por ciento (4.074).
La estancia media en la Comunidad se situó en 1,95 días, frente a los 2,40 de la media nacional, y de las 121.907 pernoctaciones, 107.152 correspondieron a residentes en España y el resto, 14.755 a extranjeros.
El número de establecimientos en Castilla y León se situó en mayo en 3.518, que ofertaron 32.586 plazas. El grado de ocupación por plaza fue del 12,05 por ciento, porcentaje que los fines de semana se incrementó al 29,3 por ciento. En total, en Castilla y León se emplearon 4.964 personas.