S. Calleja / ICALLos hospitales de la Gerencia Regional de Salud soportaron este verano una ocupación del 65 por ciento a lo largo de los meses de junio, julio y agosto, y todo pese al cierre de más de 300 camas de media al mes, con un total de 907 en el acumulado. La medida se ha convertido en norma para adaptar la prestación a la presión asistencial, que siempre cae en época estival, entre otros motivos por cuestiones epidemiológicas que afectan al descenso de la actividad de servicios como Neumología, Cardiología, Medicina Interna y Pediatría. Lleva años aplicándose en Castilla y León, pero también en el conjunto del Sistema Nacional de Salud, incluso en comunidades que incrementan su población por el turismo como pueden ser Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Desde Sacyl se defiende, lejos de como un recorte, como una acción de ahorro y de eficiencia, que suele implicar un ahorro de entre uno y dos millones de euros, y que tiene carácter retroactivo, ya que igual que se cierran camas se abren si son necesarias.
Los datos sobre el índice de ocupación de camas hospitalarias este verano consultados por Ical arrojan que de las más 6.150 operativas, se cerraron un promedio de 315 al mes -con 180 en junio, 345 en julio y 421 en agosto-, y aún así sólo se ocuparon seis de cada diez, con los índices más elevados en junio y agosto, con el 65 por ciento.
Si se analiza el mapa de centros, se observa que los índices medios más elevados se dieron en el Hospital Universitario Río Hortega, con un 84,04 por ciento, donde se cerraron de media al mes 65 camas, mientras que la ocupación más baja se detectó en los hospitales Santos Reyes, en Aranda de Duero, y el Santiago Apóstol, de Miranda de Ebro, ambos en Burgos, con un 32,82 y un 48,25 por ciento, en cada caso. Rozó estas cifras el de Medina del Campo (Valladolid), con un 48,15 por ciento.
Por encima del 70 por ciento estuvieron, los hospitales de Burgos (76,22 por ciento), El Bierzo (78,67), así como el de León (74,26), el de Palencia (75 por ciento); el de Zamora (73,13) y el de Salamanca (72,82 por ciento). El resto se colocó próximo a la media, con un 60,4 de ocupación en el caso del Complejo Asistencial de Ávila; 63,6 por ciento, en el de El Clínico de Valladolid; 61,68 por ciento, en el de Soria, y 53,67 en el de Salamanca.
A lo largo de los tres meses, en el Complejo Asistencial de Ávila se cerraron de media 14,6 camas; en Burgos, 81; en el Santiago Apostol de Miranda de Ebro estuvieron todas disponibles, al igual que en el Santos Reyes de Aranda, en el Complejo Asistencial de Soria, y en el de Zamora. En el de El Bierzo fueron 20; en León, 36,31; en Palencia ascendieron a 23; en Salamanca, 53,6; en Segovia, 7,6; en el Río Hortega de Valladolid, 42; en el Clínico de Valladolid, 65,66; y en el Hospital Comarcal de Medina del Campo, 12.
Ratio de camas
Castilla y León mantiene uno de los mejores ratios de camas por habitante del conjunto del país, con 2,8 camas por 1.000 habitantes, por encima de la media nacional, que está en el 2,4 por ciento. Eso sí, se encuentra lejos de autonomías como Cataluña y Extremadura, con 3,4, que son las que lideran la tabla.
En los peores puestos figuran Andalucía y Madrid, con 1,8, junto a Baleares, con 1,9, según los usuarios en el Sistema Nacional de Salud es, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Sanidad.