El historiador y profesor, Nicolás Sánchez-Albornoz (1926), y el director de cine, Fernando Colomo (1946), se han reencontrado este jueves en Ávila para rememorar las bodas de plata de la película 'Los años bárbaros' y las bodas de titanio de la mítica fuga del campo de trabajo del Valle de Cuelgamuros en la que se basa este filme.
Esta iniciativa ha supuesto el inicio de las 'Jornadas de Memoria Histórica. Ávila 1936-1975', organizadas por la Fundación Jesús Pereda, de Comisiones Obreras.
Este acto especial ha supuesto el reencuentro de una parte del equipo de la película protagonizada por Jordi Mollá, Ernesto Alterio, Hedy Burress, Alison Smith y Juan Echanove, el Nicolás Sánchez-Albornoz, el "único testigo" de aquella aventura que le llevó, junto a Manuel Lamana, a fugarse del Valle de Cuelgamuros.
A sus 96 años, Sánchez-Albornoz ha demostrado tener muy frescos aquellos recuerdos, gracias a una "memoria prodigiosa", que le ha hecho admitir que, pese a que hace tiempo que no ha vuelto a ver el filme, su visión y recuerdo del mismo no ha cambiado: "Lo tengo muy grabado".
"La fidelidad a los hechos es total, pero con un lenguaje distinto y apropiado para los 50 años posteriores" a la fuga, ya que se rodó en 1998, según ha explicado a los periodistas el "único testigo" de aquel momento, derivado de una fuga junto a dos jóvenes norteamericanas.
Para contar esa historia en la que Carlos López y José Ángel Esteban tuvieron un papel fundamental convenciendo a Fernando Colomo para que la rodase, el director utilizó "recursos fílmicos que construyeran una versión digerible por la gente", ha apuntado el protagonista de la aventura.
Por lo tanto, considera que la película se basa en "evidencias históricas" unidas a "ingredientes fílmicos", con el objetivo de "hacer una película de gran circulación, que conectara con diferentes generaciones".
Tras las dificultades iniciales que los dos coguionistas reconocen que tuvieron para convencer a productores de poner en pie una película en torno a la posguerra, la llegada de Fernando Colomo resultó decisiva para un proyecto alejado del drama y que se centraba en "la alegría de vivir" de los dos protagonistas.
En este sentido, Colomo ha explicado que la intención del equipo era presentar el filme "como una aventura" que "no es fidedigna al cien por cien a los hechos", pero que está "inspirada" en lo que sucedió, "cambiando un poco los personajes".
"Lo importante era mantener el espíritu de rebeldía que habían tenido, los dos protagonistas,", ha apuntado Fernando Colomo, antes de recordar que ambos fueron encarcelados por una "inocente" pintada con el texto '¡Viva la universidad libre!'.
Joven y fresca 25 años después
Tanto el director como sus dos coguionistas en esta aventura cinematográfica han afirmado que la película, 25 años después está "joven y fresca", además de "vigente", teniendo en cuenta que "es una historia anclada en su tiempo".
Preguntado por la posibilidad de reponerla en cine coincidiendo con sus bodas de plata, Colomo ha reconocido que le "encantaría" que así fuera, aunque dice no tener "noticia al respecto".
Por su parte, la hija de Manuel Lamana ha relatado cómo su padre, que escribió la novela 'Otros hombres', en la que se inspira el filme, no pudo ver 'Los años bárbaros', ya que en el momento de su preparación falleció durante una intervención quirúrgica.
Maruja Lamana ha explicado que su padre le preguntó quién era Fernando Colomo, a lo que ella le respondió que le conocía como director de comedias, algo que no le importó, ya que él decía: "Mientras sea buena -la película- y respetuosa, me parece muy bien que la trate como le parezca".