Karu Borge: "Bayona es un genio de la narrativa, pero luego es cercano, y eso se agradece a la hora de trabajar"

La joven vallisoletana trabajó en la producción de La Sociedad de la Nieve realizando un material fotográfico que aparece en el nuevo documental de Netflix sobre la película

Rebeca Pasalodos Pérez
Miércoles, 31, Enero, 2024
Cultura

No hay engranaje pequeño en una maquinaria de precisión como es la película de 'La Sociedad de la Nieve', de Juan Antonio Bayona. El filme, con 13 nominaciones a los Goya y dos a los Oscar -Mejor Película de Habla no Inglesa y Mejor Maquillaje- ha contado con un equipo de 1.200 personas, entre las que se encontraba una joven promesa, o ya una realidad, del cine en Valladolid, Karu Borge (Valladolid, 1996). La cineasta, especializada en dirección de fotografía, participó durante tres meses en la preproducción de la cinta sobre la tragedia de los Andes, además de otra semana de rodaje en Sierra Nevada. Una superproducción de la que extrae una gran experiencia personal y profesional, si bien reivindica el cine hecho en Castilla y León.

PREGUNTA: Ha puesto su granito de arena en 'La Sociedad de la Nieve', que es el bombazo del año. ¿Cómo surgió la posibilidad de trabajar en esa producción?

RESPUESTA: Este mundo va bastante por contactos y así fue. Yo tenía un par de amigas allí, Aïda y Aura, que son muy 'currantas' y se habían ganado estar allí en el departamento de producción. Buscaban un perfil que en principio era producción, pero que tuviese nociones de fotografía. Entonces, mis amigas dijeron, ¡ah, persona perfecta! Y nada, me presentaron a las coordinadoras de producción. Confiaban en ellas, así que confiaron en mí.

 P: ¿Cuál ha sido exactamente su cometido?

R: El departamento de producción, sobre todo en proyectos tan grandes, suele ser el más amplio en número de personas, porque abarca muchas cosas. Entonces, están los meritorios de producción, que es en lo que yo estoy fichada. En una peli como esta, hay tantas cosas que resolver que, a veces, no hay puestos para cada cosa específica y para eso están los meritorios. En mi caso, yo me encargaba de la foto fija de las pruebas de maquillaje y vestuario, o sea, de captar todo el proceso de preproducción. El maquillaje es increíble. Bueno, ya se ve. Va a estar nominada a los Oscar y en los Goya tienen muchísimas papeletas. Ya no solo por las heridas, porque no es una peli muy morbosa aunque estén hechas perfectas, son las putrefacciones, el cómo se queman las pieles, cómo se van enrojeciendo con la nieve, cómo se arruga la piel... todo ese detalle es increíble. Y se fue captando durante el proceso porque había que hacer pruebas de ello, también con dirección de fotografía, para ver qué encajaba con tales pieles, ver ciertos tonos, cómo encajaban con cámara, etc.

P: Siendo una persona joven que está empezando, le habrá servido para aprender y ganar experiencia.

R: Sí, yo, la verdad, tuve un puesto muy privilegiado. Estuve en algunas reuniones de lectura de guion, incluso ensayos, porque podía contactar con todos los jefes de departamento. He tenido alguna conversación con Bayona, con Pedro Luque, que es el director de fotografía, pero sobre todo con los jefes de vestuario y las hermanas López-Puigcerver, que son de maquillaje y peluquería.

P: ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Juan Antonio Bayona?

R: Pues la verdad es que muy bien. Yo tenía un poco de contacto con él porque veía mis fotos. Él estaba en muchas cosas, sobre todo en el trabajo de los actores, ensayar con ellos. Es una peli que tiene un trabajo actoral muy, muy potente, los ensayos eran muy potentes y tenía que estar especialmente encima de los actores. Entonces, como él no podía estar presente en todas las pruebas de todas las cosas, yo hacía las fotos y luego él las revisaba. Así que pude estar bastante cerca y ver cómo trabajaba. Es un tío que, te puede gustar más o menos como creador, pero la verdad es que tiene una cabeza para el cine impresionante. Creo que tiene esa parte genio de la narrativa, de emocionar. Tiene una cabeza que piensa cinematográficamente de una forma súper amplia, de estar atento a tantas cosas, y la verdad es que es un tío interesante. Parece que siempre está ahí con la cabeza en cine, pero luego también es cercano y eso se agradece a la hora de trabajar.

P: ¿Cree que este trabajo le puede abrir puertas de cara al futuro?

R: Sí, por supuesto. Aunque, en las macroproducciones es difícil porque trabaja tanta gente... Creo que solo en esta peli trabajan más de 1.200 personas. Para mí, esta es la segunda gran producción, la otra fue en Ávila hace dos años. Diría que los últimos años son de las cosas más grandes que se han rodado en España respecto a presupuesto, pero como son puestos muy pequeños, cuesta mucho marcar a la gente. Sí te da currículum, pero ya te digo, a veces más que el currículum, son los contactos.

P: Aparte del currículum, ahora también hay un gran número de fotos hechas por usted de todo ese trabajo que detalla.

R: El problema al trabajar con Netflix es el tema de los créditos. Yo, que todavía estoy hablando con ellos, tengo mucho contenido fotográfico de todos los procesos, pero ese crédito ya no es mío. Cuando Netflix publica fotografías, no pone de quién son las fotos. Si publican fotos mías, lo más probable es que no pongan mi nombre. En ese sentido yo quedo un poco más capada, aunque yo considero que mi trabajo fue importante. Es mi granito de arena, como el de muchos otros.

P: Como decía, también participó en el proyecto rodado en Ávila de la serie 'The English' (en HBO), que tuvo como protagonista a Emily Blunt. ¿Cómo entró en aquel proyecto?

R: Era una producción inglesa. Antes hablábamos de los contactos pero también lo que pasa mucho es la 'titulitis'. Yo he tenido la suerte de poder estudiar en una muy buena escuela y eso te ayuda. En este caso, yo pensaba que una serie rodada en Ávila tendría gente de Castilla y León y nada más lejos de la realidad. Yo no estaba allí por ser de Castilla y León, sino por haber estudiado en la ESCAC, que es la escuela donde también es Bayona, sin ir más lejos. Tiene mucho renombre y dan por hecho que sales preparado. Ahí sí trabajé en el departamento de cámara. Ellos necesitaban un meritorio también, pero era un puesto muy interesante mano a mano con el director de fotografía, Arnau Valls, que es una eminencia aquí en España. Ha trabajado mucho en Hollywood, mucho trabajo internacional, y estudió en la ESCAC. Él llamó a la escuela, pidió la recomendación de un alumno y salí elegida. Y aprendí un montón.


Karu Borge, durante su entrevista con TRIBUNA. Foto: Sergio Borja.

P: Una pena que se mire tan poco al talento de Castilla y León.

R: Sí, creo que es algo que poco a poco está cambiando. A partir de 'Voy a pasármelo bien', rodajes que están siendo aquí, también un poco con ayuda de la Film Commission, empezamos a hacer un poco más de ruido. Ahora, los Goya, también, nos van a dar ese impulso de decir que aquí hay gente preparada y, quien venga a rodar a estas tierras, que sepa que hay gente aquí que puede rodar. Yo noto que, poco a poco la Film Commission nos informa, nos pasa correos, pero, bueno, todavía es un camino arduo que hay que seguir recorriendo.

P: Aún con experiencia en dos grandes producciones, eso no le asegura nada.

R: Nada, eso no se asegura a nadie. Incluso grandes estrellas, igual que puede pasar con una canción. Tú puedes tener un gran bombazo y, después si no sigues trabajando en ello, la fama es muy efímera. Yo de hecho no estoy apostando por las grandes producciones, aunque aprendo mucho, porque en los equipos muy grandes aprendes muchas cosas, se gestionan otras cantidades de dinero, otros materiales, otras necesidades. Pero yo abogo más por el cine que se puede realizar aquí en Castilla y León. De momento, lo que viene es de Barcelona o Madrid, como 'Voy a pasármelo bien', que ellos traen el dinero aquí y lo que usan es la localización. Rodajes que realmente se sacan aquí en la Comunidad, lo que tenemos es poco. Es una Comunidad muy despoblada y con pocos recursos, sobre todo para la cultura. Así que estos rodajes son pequeñitos. Se sacan con mucho amor y cariño, pero son los que de verdad tienen mucho corazón para tirar adelante esta rueda.

P: Habla de que una apuesta por el cine de Castilla y León. Usted ya, como directora de fotografía, ha presentado dos películas en la SEMINCI.

R: Eso es. En la edición número 66, fue la primera con el documental 'Buscando la película (Verano 2020)'. Fue estrenar en casa, en un festival que has ido toda la vida desde pequeño. Fue un súper emocionante. Aunque, 'Buscando la película' fue algo muy experimental y no teníamos expectativas, nos abrió esa puerta para decir ?esto es lo que queremos hacer y vamos a seguir a por ello?. Este año llegamos con 'Gallo Rojo', que es una primera producción de ficción muy pequeña, porque tiene muy, muy, muy poco presupuesto. Si en España una producción pequeña tiene entre medio millón y un millón de euros de presupuesto, esta tiene 40 mil. Una diferencia abismal, pero tiene su corazón y su historia, que es al final lo que necesita. Aunque tampoco hay que romantizar la precariedad, hay que seguir luchando para que nos den recursos y poder competir con el resto de películas que se hacen en este país.

P: Para quien no la conozca, cuéntenos su trayectoria.

R: He ganado premios pequeños en certámenes de cortometrajes. El último, que es un poco más grande, fue el 'Desafío Buñuel', en Teruel. Es un rally cinematográfico, una propuesta superdivertida y superinteresante. Tienes 48 horas con tu equipo. El guión está hecho desde antes y el festival te pone algunas cosas a tu disposición, un poco de material, pero tú puedes llevar si quieres. Nosotros éramos el equipo que menos material disponía, porque teníamos muy poco presupuesto y porque somos un equipo muy joven, y gané Mejor Dirección de Fotografía. Yo lo digo mucho, lo importante es tener una buena historia. También de Dirección de Fotografía ya he podido hacer dos largometrajes, bastantes cortos y videoclips.

Luego yo tengo mucha inquietud creativa y me animo a veces un poquito a dirigir. Hice mi primer corto en 2021 y el año pasado gané el premio de Seminci Factory, junto a mi productora Moraleja Films, con una idea mía que me animaré a dirigir. Es un corto que se llamará seguramente 'Boom Boom', que es como el latido del corazón y los sonidos de una pistola. Esto se proyectará en la próxima Seminci y la verdad es que tengo ganas. Me gusta a veces también mojarme. Para mí el arte también es una manera de hablar de política. Cada uno tiene sus intereses, sus emociones, sus cosas cercanas, su rutina y para mí el cine también es política, como muchas otras cosas, y me parece un buen medio para hablar de ello.


Frame del documental de Netflix '¿Quiénes fuimos en la montaña?' donde se ve el material fotográfico de Karu Borge.

NUESTRA NEWSLETTER

SÍGUENOS