De los 5.722,5 kilómetros de carreteras que tiene Castilla y León, el 9,9 por ciento, 564,2 kilómetros, tienen un elevado riesgo de peligrosidad, un 2 por ciento más que en el 2022 que sitúan a esta comunidad como la segunda de España, tras Cataluña, con mayor porcentaje de vías peligrosas.
Si en el 2022 eran 450,3 los kilómetros con riesgo vial en Castilla y León, el 7,9 por ciento del total nacional y quinto mayor porcentaje autonómico, en el 2023 han pasado a ser 564,2, el 9,2 por ciento, sólo por detrás del 11,3 por ciento que suponen los 203 kilómetros peligrosos en la red vial catalana, publica EFE.
En España, hay 1.974 kilómetros de carreteras con un elevado riesgo de peligrosidad, lo que supone casi un 8% sobre el total de la red viaria, y son Cataluña y Castilla y León las comunidades que concentran una mayor proporción de vías peligrosas.
Así se recoge en el Informe EuroRAP, en el que participa el Real Automóvil Club de España (RACE) y dado a conocer hoy, en el que se han tenido en cuenta un total de 2.987 accidentes ocurridos en la red de carreteras en el periodo 2020-2022.
Los 1.974 kilómetros peligrosos detectados suponen un aumento de 138 respecto a los 1.836 del informe anterior (periodo 2019-2021).
Dos tramos negros en Castilla y León
En los 25.100 kms analizados se han localizado 56 tramos de riesgo elevado (8 más que en el informe anterior), de los cuales 9 son tramos 'negros' y 47 'rojos', calificados de riesgo medio-alto.
Castilla y León tiene dos de esos 9 puntos negros. En la N-502, entre el kilómetro 62,4 y 77,4, en la provincia de Ávila, ya que ha sumado cuatro accidente entre el 2020 y 2022 con tres fallecidos y dos heridos graves. Y en la N-631, entre el kilómetro cero y el 14,4, en la provincia de Zamora, con cuatro accidentes, cinco muertos y cuatro heridos graves en ese periodo.
Ocho tramos rojos en Castilla y León
La comunidad tiene además ocho de los 47 puntos rojos del conjunto nacional. Son dos tramos de la N-110 en Segovia y Ávila, dos de la N-122 en Soria y Zamora; otro de la N-601 entre Ávila y Segovia, otro de la N-621 en León; otro de la N-629 en Burgos, y otro de la N-630 entre león y Zamora.
Los puntos negros nacionales corresponden a la N-6, en Galicia, entre los puntos kilométricos 517,1 y 528,5, es la carretera con un mayor riesgo para sufrir un accidente grave.
El resto de los tramos negros de alta peligrosidad se encuentran en la N-323 (Andalucía), N-631 en (Castilla y León), N-345 (Murcia), N-432 (Andalucía), N-502 (Castilla y León), N-634 (Cantabria), N-340 (Comunidad Valenciana) y la N-642 (Galicia).
Por comunidades autónomas, Cataluña es la que presenta una mayor proporción de carreteras consideradas de riesgo elevado, con el 11,3 % de vías, seguida de Castilla y León, con 9,9 %.
Los dos tramos que repiten como los más peligrosos desde 2019
El informe, recoge EFE, llama especialmente la atención sobre dos tramos: en la N-323 en Granada (entre los kms 172,5 y 190,3 ) y en la N-634 (entre el 232,8 y el 243,1) en Cantabria, ya que llevan repitiendo entre los más peligrosos de España desde 2019.
Pero es el tramo de la N-345 en la provincia de Murcia (entre los kms 0 y 7,2) el más preocupante de todos por su elevado riesgo para sufrir un accidente grave.
En función de los dato, los tramos más peligrosos se localizan en carreteras convencionales, de calzada única, con intersecciones al mismo nivel y una intensidad de tráfico por debajo de los 10.000 vehículos/día.
En el sentido contrario, las carreteras más seguras son, paradójicamente, aquellas por las que transitan más vehículos. En ellas se producen menos accidentes por cada coche que circula, no se invade el sentido contrario, no hay intersecciones al mismo nivel y, al disponer de unos mayores niveles de seguridad pasiva, los accidentes tienen menores consecuencias.