La versatilidad de la gastronomía no parece tener límites, y así se pone de manifiesto en la 37ª edición del Salón Gourmets, cita en la que entre sus 55.000 productos se pueden encontrar esferificaciones de chorizo, chocolate negro con cecina o el primer pastrami hecho con cerdo ibérico.
Con permiso de los húngaros, los creadores de la receta original del pastrami, en Salamanca se han lanzado a aprovechar otra parte más del cerdo ibérico, el lomo alto, para elaborar su propia receta de este alimento tan popular en la gastronomía estadounidense y, poco a poco, también en la europea, relata EFE.
"Es la parte a la que nosotros también llamamos mogote ibérico, es una carne que tiene mucha infiltración en grasa y eso hace que sea una pieza con la que conseguimos esa jugosidad extra que no tiene el pastrami de ternera", dice a EFE Carlos Blázquez, director de desarrollo de la empresa salmantina creadora de este producto, Ibéricos Torreón.
Un producto que amplía las fronteras de las propuestas españolas, como también lo hace el ron CAB-RON, es un ron que ha sido catalogado como el mejor del mundo y que envejece en Jerez en barricas de roble envinadas con Oloroso Viejo Seco, Bourbon y Pedro Ximénez.
Pero se trata también de una botella con forma de calavera con un marcado carácter artístico y medioambiental ya que, según describe Manuel Villa, CEO y fundador de la compañía Qantima, está realizada con lascas de porcelana, con tapón de corcho y etiquetas de papel de caña de azúcar. En concreto, es un diseño del artista José Piñero que tiene un fin solidario porque parte del dinero de su venta va destinado a la Fundación Pascual Maragall.
"La conciencia medioambiental ha llegado al cien por cien porque esta botella tiene residuo es cero (...) no hemos querido poner ninguna etiqueta ni contra etiqueta ni tampoco serigrafiar la botella porque queremos que se guarde en casa como un trofeo. Es un guiño a la felicidad y es un guiño a la responsabilidad que tenemos como humanos", señala Villa.
Y desde Almería llega otra novedad, las esferificaciones de chorizo, una propuesta con la que, por ejemplo, se puede engalanar un plato de migas, tal y como lo explica María del Mar Molina, responsable de calidad de Industrias cárnicas Diego Molina.
"Como novedad este año pasado sacamos las esferificaciones de nuestros productos, tanto artesanos como veganos, y las tenemos de chorizo, de longaniza artesana, de morcilla de jamón y de pincho moruno y morcilla", según describe la responsable de este producto con formato de perlas e intenso sabor.
Pero esta técnica culinaria de la esferificación puesta en práctica en elBulli en 2003 está presente también en el vinagre, tal y como lo exponen en el stand de Vinagres Do Ribeiro, donde muestran pequeñas bolitas de vinagre dulce maceradas con uvas pasas (entre otras variedades).
El postre o el aperitivo más original llega desde Astorga, de la mano de la empresa El Arriero Maragato, donde su gerente, Raimundo Castro, cuenta a EFE el que es uno de sus productos estrella: el chocolate negro con cecina de León. Un chocolate con un 60% de cacao que se hace en esta población con una larga tradición chocolatera, y en el que se usa cecina de la IGP de León con una textura crujiente.
"Tiene un sabor -explica Castro- dulce y salado. Nosotros no perjudicamos al chocolate, porque la humedad no le viene bien, así que tostamos la cecina y después la trituramos para que se fusione correctamente con el chocolate".
Estos son algunos de los productos que desde este lunes y hasta el próximo jueves estarán presentes en cinco pabellones de Ifema (Madrid) durante esta nueva cita de Salón Gourmets que cuenta con Andalucía como comunidad invitada y con Marruecos como país invitado. Una edición que cuenta con una estimación de 100.000 visitantes profesionales, de ellos 16.000 procedentes de 85 países, y que espera tener un volumen de negocio de 200 millones de euros.
