Presidenta del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo y número 2 de la lista del PSOE en las próximas elecciones al hemiciclo continental, la vallisoletana Iratxe García (1974), remarca, en una entrevista concedida a TRIBUNA Valladolid, la relevancia de votar en los comicios del 9 de junio, ya que la Unión Europea legisla muchos aspectos "del día a día de cualquier ciudadano". Destaca la importancia que tiene la PAC para el sector primario y reconoce que hay que seguir mejorando el sector del campo dentro del marco del Pacto Verde Europeo, alejándose de los "falsos dilemas que plantea la derecha y la extrema derecha", mientras que, en lo local, lamenta "muchos días que no sepa sabe dónde está el alcalde de Valladolid".
PREGUNTA: El 9 de junio son las elecciones al Parlamento Europeo, las que más baja participación registran habitualmente. ¿Por qué es especialmente importante acudir a las urnas este 9J?
RESPUESTA: Porque Europa condiciona nuestras vidas. Estamos legislando y tomando decisiones que afectan al día a día de cualquier ciudadano de Valladolid, de Madrid, de Berlín, en todas las materias: en empleo, vivienda, en lucha contra el cambio climático, en cómo garantizamos la seguridad alimentaria, en cómo somos capaces de crecer económicamente para que ese crecimiento se traduzca en que la gente viva mejor. Hoy Europa está decidiendo sobre nuestras vidas y ese es el mensaje que tiene que llegar a la ciudadanía para entender la importancia que tiene el voto el próximo 9 de junio.
P: ¿Piensa que estas elecciones europeas tienen una mayor repercusión en España que en otros países debido a la situación general de crispación y enfrentamiento político?
R: No. España siempre ha sido un país con una clara vocación europeísta y todos los eurobarómetros nos lo dicen. Yo creo que tiene que ver con la historia más reciente de nuestro país. España vivió décadas de dictadura que terminan en una transición y en una democracia joven que, en ese momento, miraba a Europa como el espacio de las libertades y del progreso y hemos sido muy conscientes de que, al estar España en Europa, le ha cambiado la vida.
P: Es sabido que, habitualmente, la gente vota "en clave nacional" independientemente que las elecciones sean europeas, locales, autonómicas... En ese sentido, aún está en la retina esa imagen de la negociación por la amnistía con Puigdemont en la que usted estuvo presente. ¿No cree que eso va a jugar en su contra de cara a estas elecciones?
R: Trabajar por la convivencia en nuestro país en ningún caso puede tener un efecto negativo. Trabajar por posibilitar un gobierno progresista en nuestro país que suba el salario mínimo, que suba las pensiones, que haya conseguido un plan de recuperación de más de 160.000 millones de euros para hacer políticas para la gente, nunca puede ser negativo. Yo creo que es importante que afrontemos esta campaña electoral explicando la importancia de Europa. En ese sentido, tenemos muchísimos argumentos desde el Partido Socialista para poder defender una Europa más justa, más social y que mire con esperanza el futuro.
P: Centrándonos en temas sensibles para nuestra Comunidad, hace unos días estuvo en Soria y decía: "El 9J nos jugamos seguir avanzando desde Europa en políticas de reto demográfico. Las recetas socialdemócratas protegen y contribuyen al desarrollo económico". ¿Cuáles son esas recetas? ¿Cómo contribuye Europa a frenar la despoblación?
R: En primer lugar, desde el Partido Socialista, y desde mi trabajo en el Parlamento Europeo, hemos conseguido poner en la agenda política europea el reto de la despoblación, que antes no existía. Hoy, hay una comisaria específica para el reto demográfico. Vivimos en el continente más envejecido del mundo. El 80% de la población europea vive en el 20% del territorio, quiere decir que tenemos un 80% del territorio, rural, que necesitamos gestionar pensando, además, en una oportunidad también de progreso. Hemos puesto en marcha políticas para fijar la población a través del fondo de recuperación que tienen que ver con extender la banda ancha, con el PERTE para favorecer las empresas agroalimentarias en nuestro medio rural y con el fortalecimiento de los servicios públicos como, por ejemplo, la educación de 0 a 3 años en el medio rural. Estas políticas van dirigidas a garantizar la igualdad de oportunidades de los ciudadanos vivan donde vivan y que aquellas personas que decidan vivir en sus pueblos puedan hacerlo. Pero, evidentemente, todavía queda mucho por hacer. Planteamos, desde el Partido Socialista, poner en marcha una estrategia europea de lucha contra la despoblación que aglutine todas las acciones que hoy ya se están llevando a cabo a través de la política de cohesión, de la Política Agrícola Común o a través del Fondo de Recuperación y que pueda ser realmente una forma de ordenar nuestro territorio.
P: Otro tema candente en esta tierra es el del campo. Tras las protestas, y a pesar de que se llegó a un acuerdo con los agricultores, sigue existiendo el problema de la competencia desleal de los productos que entran a España sin los mismos controles. ¿Cree que las medidas de la UE son suficientes para luchar contra este fenómeno?
R: Tenemos que seguir trabajando en exigir a los productos que vienen de fuera las mismas condiciones medioambientales y laborales para poder hacer nuestros productos competitivos. En primer lugar, tenemos que poner en valor que la PAC ha supuesto un gran apoyo al sector agrícola y ganadero en las últimas décadas. Europa destina un tercio de su presupuesto a la PAC, a las ayudas directas al sector primario.
Creo, también, que es importante es que no nos dejemos llevar por falsos dilemas que trata de plantear la derecha y la ultraderecha de tener que elegir entre las políticas de lucha contra el cambio climático y la PAC. El Partido Popular, Vox, nos dicen que el problema que tiene el campo en estos momentos es el Pacto Verde Europeo y, realmente, es una mentira muy fácil de desmontar porque con los efectos de los incendios, de las sequías, evidentemente el sector primario será el máximo perjudicado y por lo tanto es compatible tener una política verde que apoye al sector. Además, hay que abordar la simplificación de la burocracia para solicitar estas ayudas y, por eso, hemos aprobado una serie de medidas en Bruselas en este último mes. Otra cuestión es que hoy el agricultor y el ganadero están recibiendo unos precios por sus productos muy por debajo de lo que luego el consumidor paga en supermercado. Sobre eso tenemos que poner en marcha una ley europea de la cadena alimentaria para garantizar que reciban precios justos y no se permita lo que está ocurriendo en estos momentos.
P: Sobre la política ecológica, la movilidad personal va ganando espacio en las ciudades, sin embargo, no hay una regulación para estos vehículos que sea común. Algunas ciudades como París han prohibido los patinetes. ¿No cree que sería necesaria una regulación común para el uso de patinetes y bicicletas?
R: Acabamos de aprobar la Directiva Europea de Calidad del Aire y creo que ese es un ejemplo de cómo Europa puede legislar para garantizar la sostenibilidad de nuestras ciudades y también garantizar la salud de las de las personas. Nos dice el sector científico y el sector médico que cientos de miles de personas que pierden la vida como consecuencia de enfermedades derivadas de la mala calidad del aire. Por eso, estamos avanzando en que las ciudades tengan planes de calidad del aire, de sostenibilidad, de promover el transporte sostenible y que sean compatibles con el día a día de las ciudades. No podemos legislar desde Europa en cuestiones concretas porque las realidades luego son muy distintas, por ejemplo, en cuanto a la cuestión de los patinetes. No vamos a ir tan al detalle, pero sí que Europa puede decir cuáles son los estándares mínimos en cada ciudad para que la situación sea saludable y sostenible. Eso sólo se hace dando alternativas al vehículo privado y fomentando el transporte público u otros medios como puede ser el de la bicicleta.
P: El coche eléctrico o las placas solares son medidas que han tomado protagonismo en la sociedad, pero que también tienen un alto coste. ¿Hay alguna medida para evitar que la conciencia ecológica sea solo cosa de "ricos"?
R: La hay. Muchos ciudadanos que hoy están poniendo placas solares en sus casas en Valladolid lo hacen con una subvención que viene de la Unión Europea. Tenemos, también, un plan específico para posibilitar el desarrollo del coche eléctrico, donde estamos dando ayudas para que las empresas puedan adaptarse a esta nueva realidad y así avanzar en el objetivo de la extensión del coche eléctrico para que, como bien dices, no se convierta en un bien de lujo.
P: Pasando a la política internacional, el presidente de Reino Unido ha advertido a la población de que se aprovisione de bienes básicos "por lo que pueda pasar". ¿Existe esa sensación en Europa de que podríamos estar a las puertas de un gran conflicto internacional?
R: Creo que no es responsable lanzar este tipo de mensajes y creo que lo responsable es que la ciudadanía entienda la complejidad de un mundo global donde existen conflictos y donde Europa tiene que jugar un papel fundamental en su resolución, pero no creo que la solución sea el crear un clima de miedo y de incertidumbre que provoca a nuestras sociedades vivir de una manera más individualista. Ser realistas, evidentemente. Saber que vivimos en un mundo que tiene turbulencias. Lo vemos todos los días cuando comprobamos cómo a las puertas de Europa hay conflictos como el de Ucrania o el de Gaza que se extienden en el tiempo y cuando vemos que el derecho internacional está siendo incumplido por parte de algunos gobiernos. Pero la forma de abordarlos no es trasladando el miedo sino asumiendo los políticos la responsabilidad que tenemos de resolver esos problemas.
P: Irlanda, España y Noruega anunciaron el reconocimiento de Palestina como estado. ¿Puede tensar esto las relaciones internacionales en la UE?
R: Creo que hoy hay una situación insostenible en Palestina, en Gaza. Hay una masacre contra la población civil, niños y niñas. Estamos hablando ya de más de 35.000 civiles inocentes asesinados por parte del gobierno de Netanyahu y creo que es la hora de abordar el liderazgo de una respuesta internacional para posibilitar la convivencia entre los israelíes y los palestinos. Esa convivencia en paz solo se puede garantizar a través de la creación de los dos estados. Las propias Naciones Unidas tienen aprobada esta solución y hay una gran mayoría de países en el mundo que tienen reconocido el estado de Palestina. Creo que avanzar en la resolución de este conflicto tiene que ver con ser capaces de sentar en una conferencia de paz a todos los países de la región. Lo que está ocurriendo hoy en Palestina es totalmente inaceptable desde el punto de vista de la legalidad internacional, pero, sobre todo, de la humanidad. Y no lo digo yo ni el Partido Socialista, lo ha dicho esta misma semana el Tribunal de Justicia Internacional y por lo tanto se ha dejado muy claro que el gobierno de Netanyahu tiene que parar esta masacre.
P: Pasando a temas más domésticos, ¿cómo ve la situación del PSOE en Castilla y León, con 35 años de gobierno del PP? ¿Cree que es necesario un cambio?
R: El PSOE ganó en Castilla y León hace dos elecciones y, en ese momento, fue Ciudadanos quien abrió la puerta a continuar con un gobierno del Partido Popular. En este caso, ha sido la ultraderecha de Vox quien ha dado esa mayoría al PP. Por lo tanto, no tiene la mayoría absoluta. Se ha acabado el momento de las mayorías absolutas del PP y creo el Partido Socialista de Castilla y León tiene que seguir trabajando para exponer su proyecto de Comunidad Autónoma. Tenemos un excelente equipo en la ejecutiva y en las Cortes liderado por nuestro secretario general Luis Tudanca, que es quien tiene en estos momentos nuestra absoluta confianza para hacer ese trabajo.
P: Para una vallisoletana que vive en Bruselas, ¿cómo ve la evolución de la ciudad y cómo valora los ocho años de gobierno socialista en el Ayuntamiento, ahora en manos del PP?
R: Yo creo que no hace no hace falta describir mucho la realidad de Valladolid para ser conscientes que esta ciudad cambió radicalmente y se convirtió en un referente en toda España en cuanto a desarrollo de la sostenibilidad, de una ciudad abierta que miraba a todos los barrios entendiendo la igualdad de oportunidades, apoyando aquellos barrios que pudieran tener más necesidades, una ciudad referente en el ámbito cultural, una ciudad que se ha modernizado y que ha dado la vuelta por completo con el gobierno de Óscar Puente. Esa realidad, hoy, se está convirtiendo en todo lo contrario. Un Ayuntamiento donde su alcalde está desaparecido. Cuando no está en el Senado pone la excusa de que está en el Ayuntamiento, pero cuando no está en el Ayuntamiento pone la excusa de que está en el Senado. Su agenda pública es pública y todos podemos ver que hay muchos días que no se sabe dónde está el alcalde de Valladolid. En cualquier caso, son los ciudadanos los que los lo están pagando con una ciudad que está retrocediendo en muchísimas cuestiones.