Constituido el Observatorio Municipal de Seguridad Vial
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Espeleólogos trabajan en la búsqueda de los dos desaparecidos en Ávila hace un mes
Debido a la proliferación de pozos naturales y artificiales en las comarcas del Alberche y del Valle del Tiétar
Equipos de espeleología de la Guardia Civil trabajan en la búsqueda de las dos personas desaparecidas hace semanas en la provincia de Ávila, junto a especialistas en montaña de este cuerpo, debido a la proliferación de pozos naturales y artificiales en las comarcas del Alberche y del Valle del Tiétar.
Se trata de Crispín Sánchez Madueño, de 85 años, e Isaías Rolong, de 64, desaparecidos en los municipios de Navahondilla y Navaluenga los pasados 27 y 16 de mayo respectivamente, sin que hasta el momento existan indicios en torno a su desaparición, según ha informado a los periodistas el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano.
"Ninguna novedad, ni pista a seguir", ha reiterado al ser preguntado por una búsqueda dificultada por la "vegetación altísima" existente en ambas zonas, así como por los "muchísimos pozos naturales y artificiales, que requieren la intervención de los servicios de espeleología de la Guardia Civil".
Todo ello, en una actuación coordinada con los especialistas en montaña del instituto armado, que también participan en unos trabajos "bastante complejos y minuciosos", ya que hay que ir "pozo a pozo", en intervenciones que se prolongan todo un día.
El subdelegado del Gobierno ha explicado que las intervenciones que se realizan actualmente son "selectivas".
En el caso del anciano desaparecido en Navahondilla, localidad situada al sureste de la provincia de Ávila, cerca de la Comunidad de Madrid, su desaparición se produjo el pasado 27 de mayo, cuando no regresó a la residencia geriátrica de este municipio.
El anciano fue visto por última vez el pasado 28 de mayo, cuando caminaba en dirección de la cercana localidad madrileña de San Martín de Valdeiglesias.
Por su parte, Isaías Rolong, de 64 años, lleva en paradero desconocido desde el pasado 16 de mayo, aunque en este caso, Fernando Galeano descartó en su momento una posible muerte violenta, teniendo en cuenta que "la hipótesis más probable es la desaparición voluntaria".