El secretario general del Partido Socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, asume que "seguramente" sería el candidato de su partido en caso de que "mañana" se produjera un adelanto electoral en la Comunidad. Una posición que no le quedaría "más remedio" que aceptar "por responsabilidad, por compromiso, por ambición, por ilusión" y porque "no había otra posibilidad, no habría margen para otra cosa".
"Pues seguramente no me quede más remedio, permítame la expresión, que serlo yo, me gustara o no me gustara, quisiera o no quisiera", considera el secretario general de los socialistas castellanos y leoneses durante una entrevista publicada este domingo por Antonio G. Encinas en El Norte de Castilla y recogida por Ical. No obstante, deja claro que un adelanto electoral sería "malo para Castilla y León", puesto que "la inestabilidad política no es buena para un territorio". De cara a febrero, en una hipótesis más plausible, confía en que al PSCyL no le pillen "con el trabajo a medio hacer".
Luis Tudanca, eso sí, continúa sin desvelar si se presentará o no a la reelección en los comicios internos de su formación. "Vamos a esperar a que se inicie el calendario de primarias. Y el primer día anunciaré mi decisión. Y lo diré además para que lo sepan mis compañeros en primer lugar, que es a quienes me debo", afirma, aclarando además que no tiene "la más mínima intención el día que dé un paso atrás, de influir en quién debe liderar en el futuro el PSOE de Castilla y León", ya que, desde su punto de vista, "eso no sale bien nunca".
Sin contacto con Sánchez
Sobre su relación con el presidente del Gobierno y líder de su partido a nivel nacional, Pedro Sánchez, reconoce que continúa sin hablar con él tras la polémica del calendario del congreso autonómico en Castilla y León, pero lo achaca al momento político. "Ahora estamos en un momento muy complicado. Después de hacer frente al primer Gobierno de derecha y de extrema derecha, que ha sido durísimo. Reconozco que también en lo personal, porque he visto una degradación del debate público, una agresividad, que no había visto nunca", lamenta.
En este sentido, asume "desencuentros" públicos con la Secretaría de Organización al respecto y apunta a la cúpula nacional del partido. "Han sido contadísimas las ocasiones en las que he hablado en público de cuestiones internas. Pero ha habido una posición pública por parte de Ferraz que me ha obligado a explicar los porqués de lo que había pasado. Porque a mí no se me había contradicho una decisión o una posición personal, ni siquiera como secretario general. Se había tirado atrás una decisión del partido en Castilla y León. De más del 80 por ciento del Comité Autonómico. Se le había quitado la voz a los militantes del partido y he querido explicarlo, pero ya está resuelto", pretende zanjar.
Eso sí, el secretario general del PSCyL aprovecha la entrevista en El Norte para sacar pecho acerca de su gestión política en la Comunidad. "Con toda humildad, creo que hemos vivido el mejor momento de nuestra historia en cuanto a fortaleza, unidad, implantación territorial, resultados... Incluso ahora, de expectativas. La última gran encuesta nacional nos daba los segundos en intención de voto después del PSOE de Cataluña", señala.
Finalmente, se siente protagonista de una guerra sucia a nivel interno. "No lo temo, la he visto. Eso es lo único que me duele de todo esto", afirma. La política "tiene un poco de conflicto, de debate, tanto dentro como fuera de los partidos". "No me asusta. Pero sí que he leído cosas que no me han gustado. Porque en esa parte desagradable de la política, en ese juego sucio, en esos ataques personales, en esas insinuaciones, si lo hace esa mafia pseudo-mediática, es terrible. Si lo hace otro partido, como PP o Vox, pues muy mal. Pero si lo hace un compañero de partido para intentar sacar rédito político en un proceso orgánico, duele. Duele mucho. Y creo que es imperdonable", concluye.