Inspirados en la ola de solidaridad surgida tras la dana que asoló parte de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre, un grupo de compañeros de trabajo valencianos ha lanzado una iniciativa solidaria que invita a compartir décimos de lotería de Navidad con los damnificados por las inundaciones. Según recoge EFE, la iniciativa conecta a las personas afectadas por esta catástrofe con ciudadanos de toda España dispuestos a compartir su décimo de la Lotería de Navidad.
Pese a los esfuerzos por recuperar la normalidad, muchos damnificados han perdido sus hogares, sus vehículos y los recuerdos de toda una vida, lo que les deja solos ante un futuro incierto. En este contexto, y con la Navidad a la vuelta de la esquina, un grupo de amigos valencianos tuvo una idea innovadora: crear una plataforma para compartir ilusión y esperanza, sumándose a la campaña "Yo también comparto" de la Lotería Nacional.
"Pensamos que, en estos tiempos difíciles, ¿qué mejor que compartir con ellos, los afectados por la dana?", explica a EFE uno de los impulsores.
ASÍ FUNCIONA LA INICIATIVA
Al acceder a la web www.compartoconellos.es, los usuarios pueden registrarse como afectados por la dana o como donantes. Las personas que deseen donar un décimo deciden qué porcentaje del décimo, -y por tanto de un posible premio- quieren compartir en caso de resultar ganadores. En el perfil de cada afectado, los donantes podrán encontrar un breve relato sobre su situación personal, así como el número de veces que otros usuarios les han donado.
La plataforma funciona exclusivamente como un medio de contacto entre particulares, sin intervenir en los acuerdos ni gestionar donaciones. De este modo, gente de toda España puede aportar una ayuda directa, sin entidades de por medio a personas realmente afectadas por la dana.
"La idea es ayudarles a mantener la esperanza. Si les ha caído la tormenta, ¿por qué no también el Gordo?", explica uno de los fundadores, recordando cómo surgió el proyecto mientras compraban su propio décimo de Navidad.
Un gesto que simboliza unión y esperanza. "Tras el desastre, la solidaridad ha sido clave. No podemos parar ahora. Todos juntos podemos devolver un poco de equilibrio. ¡Hagamos que les toque a ellos!", concluyen los impulsores de esta iniciativa, convencidos de que pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia.